martes, 18 de abril de 2006

Vacio en la Distancia

Tomar decisiones en la vida sólo es para los valientes. Para los de corazón fuerte y alma decidida. La gente común, en la mayoría de los casos, se deja llevar por las circunstancias. Si algo no le gusta, intenta apartarlo poco a poco. Cierra su mente a ese objeto, hasta que lo anula completamente. Pero el momento de decir basta se pospone hasta que duele demasiado.

No es fácil tomar decisiones. Pero más difícil es que todo el mundo apoye esa decisión final. Claro, es fácil hacer juicios de valor, cuando no se conoce realmente nada de lo que hay detrás. Esos que juzgan, deberían plantearse el por qué de la decisión de aquel cobarde (¿no se suponía que era "valiente"?)... Quien sabe la respuesta sólo es él. Pero es más fácil tirar por el camino directo, y sacar conclusiones sin ejercitar las neuronas. Culpar a quién no ha hecho nada. Decantarse por un lado. Pensar que el otro no sufre.

Gracias a Dios, aún hay gente (pocos, muy pocos) que sí que comprende. Que apoya la decisión. Que rellena el hueco que los demás han dejado. Estos últimos no se han atrevido a preguntar. Y desde lejos las cosas se ven de otro modo muy distinto. Como a través de un prisma en el que cada uno ve la faceta que más le interesa. En las decisiones normalmente hay más de un implicado. Más de una víctima. Más de un vacío que rellenar con abrazos, con comprensión, con cariño, con amistad.

Amistad... lo mejor para cicatrizar heridas... Un concepto a veces tan lejano... ¿Alguien sabe realmente lo que significa? Si alguno lo sabe, por favor,

llamadme.

jueves, 6 de abril de 2006

De Sierpes a Las Ramblas... a cuatro manos (I)

Sevilla, 7 de la mañana... Cerramos las maletas y en un rato estamos metidos en un taxi que nos clava los 21 euros de rigor. Llegada al aeropuerto y resulta que nos pasamos 1 kilo en el peso permitido de la maleta... ¡Pero si somos dos y llevamos una sola maleta! Grrrrrr. Total, que sacamos la bolsa de los zapatos que al final iban a ir igualmente en el avión, y resulta que ahora la maleta pesa kilo y medio menos del máximo :P ainssss

El vuelo fue placentero, a pesar del retraso de media hora o más, y que el avión no terminaba de aparcar (estuve a punto de bajarme en plan gorrilla). Después, taxi para el hotel (otro clavo) y a registrarnos. Que alivio!!! Pero NO! No nos dejaron subir a la habitación hasta las ene... joer estuvimos casi 2 horas en el vestíbulo. Suerte que había ordenadores con internet y pude leer los blogs de las amapolas un poco jejejej.

El hotel es moderno y está bien equipado, pero el HAMBRE nos llamaba y nos fuimos del tirón a buscar algo con lo que nutrirnos. Al final terminamos en un chino (o xinés según la peña de aqui) después de andar un ratito (teniendo en cuenta que teníamos uno al lado del hotel...). Y lo siguiente que tocaba, tras llenar el estómago era...

La Sagrada Familia es impresionante. Aquí la guía me llevó hasta ella sin ningún contratiempo (no así a la vuelta :P ) Y me preguntó cándida ella "¿quieres subiiiiir a las tooorreees?"... y yo que soy un machote pues dije con voz grave "po claro"... El resultado:
Joder con las torres de los cuyons... Cuando bajé todos esos escalones después de haberlos subido, no me tenía en pie... Bueno, pero mereció la pena. Para muestra un botón:


En fin. Que tras el martirio causado en esta monumental iglesia, decidimos no andar más y coger el metro para ir a ver la Pedrera, una de las casas más bonitas e importantes de Gaudí (día temático).

Al habla ahora Puriruri...

Definitivamente la peña esta fatal. Dos willys no tenían nada mejor que hacer al bajar del metro que ponerse allí en medio a discutir... "que si por que me empujas...que si no tienes educación..que si eres mu listo o que......" vamos, todo un número, deberás que creíamos que se daban, y todo por una salida acelerada del vagón de metro de uno de los dos.....

Pos bueno, tras esta peleita, buscamos la correspondiente salida del metro que mejor nos venía para la casa Milá(La pedrera) y la encontramos, claro está, aquí el GPS le falló al CheMari y a pesar de mis protestas tomamos un camino que al final resultó el equivocado, vamos que andamos varias manzanas en dirección contraria conmigo repitiendo una y otra vez "POR AQUÍ NO ES!!!!" Pos ná , al final dimos media vuelta, giró de 180º para desandar las muchas manzanas andadas y llegar hasta Paseo de Gracia donde se encuentra la Pedrera:

Pos na, el chemari que es mu chulo él, quiso colarse sin pagar, vamos, que se fue directo para la puerta mientras yo me dirigía a la taquilla y casi no se da cuenta de que la tipa de la puerta le preguntaba si tenía ticket, estaba empanao (Sagrada Familia 1 - Chemari 0). Compramos las entradas, de nuevo el chiket se benefició de su juventud y le volvieron a hacer descuento(aprovecha chaval, te queda menos de un año)

La pedrera es una casa de vecinos, y nada más entrar te encuentras con lo que sería para nosotros un "ojo de patio" pero esto es una pasada, juzgadlo vosotros mismos....

Nos dirigimos al comienzo de la visita, y vimos que había unos audio guías, y como somos asi de catetos, preguntamos que cuanto costaba alquilar los chismes, y nos dijeron "es gratis" , casi nos tiramos encima de la chica para que nos diera los casquitos, eso si, había que devolverlos a las 19:45 y eran casi las 19:15, asi que corrimos un poco viendo el desván de la pedrera. El desván es como un mini museo donde te cuentan de todos los edificios de Gaudí, de sus técnicas ( impresionante la de las cuerdecitas ). Despues del desván, subimos de nuevo por unas escaleras de caracol a la azotea, y bueno, mejor lo veis.....


Despues de las vistas desde la terraza, nos dirigimos a uno de los pisos del edificio, para de nuevo, sorprendernos con la genialidad de Gaudí(a este hombre , como a mi, le gustan poco las lineas rectas). El piso era un laberinto en si mismo, chulisimo, estaba hecho para que llegara luz a raudales a todas las habitaciones estuvieran donde estuvieran en la casa.

Con la visita al "Pis de la Pedrera" terminó la visita del edificio, justo eran las 19:45, prueba superada. Nos asomamos a la tienda de recuerdos, pero salimos escopetaos :P, vaya precios por una taza....

Desde allí, dado que ya poco iba a estar abierto para nosotros, decidimos echar a andar hacia abajo para ver la impresionante fachada de la casa Batlló...

La intención era visitarla hoy....

De allí ya nos dirigimos a las ramblas con la intención de bajar paseando hasta el puerto, cenar por allí y ya recogernos....

Cenamos en el Mare Magnum y de allí ya reventados y con necesidad de reposar los pies buscamos nuestro hotel para descansar...

continuará en otro blog...